martes, 11 de agosto de 2015

PROPUESTA DE LEY DEL ÁRBOL URBANO ES ENVIADA A MINVU DESDE MEDIO AMBIENTE

Hace unos días consulté a la Presidencia de la República respecto de los avances que pudo tener el análisis de la propuesta de Ley del Árbol Urbano que se hizo el año pasado. He recibido la noticia de que con fecha reciente el Subsecretario de Medio Ambiente envió la propuesta de Ley del Árbol Urbano al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, asociándolo a atribuciones legales que el Servicio de Vivienda y Urbanismo tienen en el ámbito de las Áreas Verdes.

En el oficio 153171 de fecha 03 de agosto de 2015, que se muestra más abajo, cuyo original puede ser solicitado por cualquier ciudadano(a), mediante solicitud por Ley de Transparencia al Ministerio de Medio Ambiente, se muestra lo señalado.


Es interesante constatar que el Ministerio del Medio Ambiente no dispone de ningún organismo que se haga cargo del medio ambiente de las ciudades, no obstante que en las ciudades vive sobre el 80% de la población del país, amén de toda la discusión que existe sobre ciudades sostenibles. Temas como Contaminación del Aire o Contaminación Acústica son mirados desde un punto de vista meramente físico o químico y no desde una perspectiva territorial. Quizás la situación descrita explique el porqué los árboles urbanos no son materia del Ministerio del Medio Ambiente.

En la misma línea mencionar la argumentación que presenta el señor Subsecretario de Medio Ambiente, en el sentido de señalar que ya se está tramitando en el parlamento un proyecto de ley que relaciona al MMA con CONAF. Es interesante pensar en que sea el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo el que tramite este proyecto de Ley del Árbol Urbano, con la participación (de alguna forma) del Ministerio de Medio Ambiente (ver oficio de más abajo), entre otras reparticiones públicas que se puedan interesar.



Quedamos entonces a la espera de noticias respecto de los pasos que seguirá el Ministerio de Vivienda y Urbanismo sobre esta materia, de la cual estamos muy interesados en conversar y aportar. Lo importante aquí es lograr concretar la mejor forma de asegurar que los árboles urbanos contribuyan a la sustentabilidad de las ciudades.


Santiago JM Del Pozo Donoso
arbol.cl@live.cl
@santiagodel pozo
 

jueves, 6 de agosto de 2015

REUNIÓN CON LA FEDERACION DE CLUBES DE JARDINES DE LA REGIÓN DE VALPARAISO

Han pasado tres años desde la elaboración de la propuesta de Ley del Árbol Urbano para Chile, periodo de tiempo en que esta iniciativa ha sido conocida y compartida por un número cada vez más amplio de personas. El mismo año se inició la recolección virtual de firmas para apoyar esta iniciativa y se creó el blog Ley del Árbol Urbano para Chile. El 15 de abril de 2014 se publicó el texto del proyecto de ley en el blog Arboricultura Urbana, por tratarse del blog con mayor visitación en esta materia.

El 4 de julio de 2014 se entregó el proyecto de Ley del Árbol Urbano para Chile por carta dirigida a la Presidenta de la República, acompañando el texto con 500 firmas, el que fue enviado al Ministerio del Medio Ambiente para su estudio. Se ha mantenido una permanente actividad en redes sociales, donde destacan en Facebook la página Arbol cl y el grupo En Defensa del Árbol Urbano. En el blog Denuncias para Proteger y Conservar los Árboles Urbanos es posible observar la poda salvaje y la tala que en las comunas se realiza sobre los árboles urbanos.

El interés por lograr que los árboles urbanos hagan un real aporte a la sustentabilidad de nuestras ciudades, incide a su vez en una cada vez mayor preocupación por el futuro del Proyecto de Ley del Árbol Urbano para Chile. Es necesario entonces iniciar una nueva etapa para apoyar esta iniciativa, la que tuvo un primer paso en reunión sostenida con la Federación de Clubes de Jardines de la Región de Valparaíso (ver foto a continuación), la que surgió por invitación para exponer respecto de los contenidos de la Ley del Árbol Urbano para Chile.
Directiva Regional y representantes comunales de los Clubes de Jardines de la V Región
Se sostuvo una conversación muy amena y acogedora, en la que fue evidente el dominio que las participantes tienen sobre las materias abordadas por el proyecto de ley, destacando una fuerte coincidencia con los dos ejes de la ley, a saber:
  1. Que los árboles urbanos deben ser tratados de forma tal que puedan entregar el máximo de beneficios ambientales, sociales, económicos y culturales que son capaces de generar, sin importar el lugar donde se encuentren, la especie de que se trate o las condiciones que los rodean y,
  2. Que cuando hablamos de árboles urbanos debemos considerar todo el ciclo de vida del árbol.
    Por lo tanto la Ley del Árbol Urbano para Chile aborda materias relacionadas con producción de semillas y material vegetativo de reproducción, la producción de plantas en vivero y su crecimiento en sombreaderos definiendo la calidad del árbol urbano, el sitio y forma en que es plantado, el manejo del árbol, prohibición de la "poda del alcalde", la protección de los árboles singulares y el reemplazo de árboles en estado de desmoronamiento.
Ciclo de Vida del Árbol Urbano (Del Pozo, S. 2914)
En la conversación fueron abordados diversos aspectos de la ley en los que coincidimos que deberían ser incorporados o fortalecidos en el texto, a saber:
  • Definir mecanismo para identificar los árboles que serán promovidos para las distintas zonas del país.
  • Definir como se incorporarán o adscribirán a la ley los árboles urbanos establecidos en lugares privados. 
  • Cual será la forma como se integrarán a la ley las organizaciones relacionadas con los distintos aspectos que considera la arboricultura urbana, entre ellas los Clubes de Jardines.
  • Los vecinos no tienen como informarse del cuidado que hay que hacer a los árboles.
  • Como se incorpora la capacitación en jardinería en la ley.
  • Si es posible incorporar en la Ley del Árbol Urbano un código de ética del ciudadano.
La reunión fue muy interesante y enriquecedora. Las distintas materias planteadas por las participantes son de gran relevancia para el fortalecimiento del proyecto de Ley del Árbol Urbano.

Agradezco la invitación que me cursaron para exponer sobre el proyecto de Ley del Árbol Urbano para Chile.

Santiago JM Del Pozo Donoso
correo: arbol.cl@live.cl
@santiagodelpozo



sábado, 8 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS BOSQUES NATURALES Y FORESTAL DE CHILE


PRESENTACION

La mitad de los bosques naturales del planeta han sido destruidos en los últimos 8 mil años. Ya en 1912 Federico Albert estimaba que nuestro país había perdido 15 millones de hectáreas de bosque nativo. Esta situación ha disminuido dramáticamente la capacidad de la Tierra para mantener su equilibrio ecológico. En consecuencia, con altos niveles de CO2 emitidos a la atmósfera, la desertificación, falta de agua y extinción de especies, el mundo se encuentre en la actualidad en una situación de crisis ambiental que puede tener insospechadas consecuencias para la humanidad.

En nuestro país se intenta contribuir a mitigar los cambios señalados, pero en el sector forestal nos encontramos con una paradoja consistente en la estimación de que las plantaciones forestales establecidas en suelos degradados tienen más valor para el país que las 13.000.000 de hectáreas de bosque nativo que aún Chile posee, lo cual es evidentemente erróneo. Al introducimos en nuestra historia encontraremos la raíz de lo ocurrido con nuestros bosques nativos y con las plantaciones forestales, que permite en la actualidad, a unos pocos, sostener la paradoja señalada.

Las 13.000.000 de hectáreas de bosque nativo que Chile posee en la actualidad, corresponde tan solo al 46,4% de los ecosistemas forestales que poseía al inicio del siglo XVI, lo que no es más que el remanente de aquellos bosques prístinos que la providencia nos entregó para que lo atesoráramos con sabiduría.

Estamos hablando de tala indiscriminada para obtener la leña que durante 200 años alimentó los hornos de la minería de plata en el norte de Chile; eliminación de bosques en los valles para habilitar terrenos para la agricultura o creación de urbes; incendios colosales, que duraron meses y dejaron gruesas capas de cenizas sobre el suelo, realizados con el fin de acelerar procesos de colonización en el sur del país; sobreexplotación para producir madera aserrada la que sin exigencia alguna eludió el criterios de rendimiento sostenido; exterminio de bosques para aportar terrenos a la producción triguera para ser exportado a California y Australia.

No tenemos mucho de que enorgullecernos cuando se trata de mostrar la relación histórica que como país tenemos con la naturaleza. Es probable que sea ese el motivo de que en todos los análisis que se hacen de la “actividad forestal” o del “sector forestal chileno”, los distintos autores pongan el acento solo en lo acontecido en nuestros últimos 40 años de historia. En este documento tenemos la oportunidad de conocer la verdadera Historia Forestal de Chile.

Santiago JM Del Pozo Donoso
Ingeniero Forestal
Santiago, mayo de 2013.

INDICE

PRESENTACION
INDICE
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I: Historia de los Bosques Nativos de Chile
Origen de la vegetación boscosa del norte de Chile.
Conquista y dominio del Imperio Inca (siglos XIII al XV)
Conquista española y período Colonial
Bosques y matorrales del norte chico para hornos de fundición
Uso del fuego para debilitar al enemigo, despejar lugares peligrosos y tácticas de guerra.
Pérdida de bosques del siglo XIX
Leña para hornos en minería de plata y cobre
Zonas urbanas sin arborización
Exportación de trigo a California y Australia
Colonización del sur de Chile
Resumen siglo XIX
Pérdida de bosques siglo XX
Búsqueda de nuevas especies exóticas de rápido crecimiento.
Uso de especies forestales de rápido crecimiento
Lucha contra la erosión
Sustitución del bosque nativo
El Servicio de Reservas Forestales.
CAPITULO II: HISTORIA DE LA LEGISLACION SOBRE BOSQUES
CAPITULO III: EVOLUCIÓN DE LAS INSTITUCIONES FORESTALES.
1.- Planificación forestal:
2.- Incorporación de Comunidades al Desarrollo Forestal:
3.- Instituciones forestales públicas:
4.- Aprovechamiento del bosque nativo:
5.- Reservas de Bosques Fiscales:
6.- Áreas Silvestres Protegidas:
7.- Incendios Forestales:
8.- Arbolado urbano:
9.- Fomento de Plantaciones Forestales:
10.- Fiscalización Forestal:
11.- Mecanismos de fomento forestal:
CAPITULO IV: ORGANISMOS FORESTALES PÚBLICOS.
CAPITULO V: DESAFIOS DEL SECTOR FORESTAL CHILENO PARA EL SIGLO XXI
Lineamientos programáticos
1.- Organismos forestales públicos:
2.- Conservación de la Biodiversidad
3.- Incorporación del bosque nativo como un valor en la cultura nacional.
4.- Planificación forestal.
5.- Incorporación de Comunidades al Desarrollo Forestal:
6.- Aprovechamiento del bosque nativo:
7.- Reservas de Bosques Fiscales:
8.- Áreas Silvestres Protegidas:
9.- Incendios Forestales:
10.- Arbolado urbano:
11.- Fomento de Plantaciones Forestales:
12.- Fiscalización Forestal:
COMENTARIOS FINALES
BIBLIOGRAFÍA 


Ha sido fructífera la revisión de documentos elaborados por los conquistadores españoles, por los cronistas que los acompañaron y también por historiadores, realizada con el fin de identificar referencias que permitieran conocer las características de los bosques que existían en nuestro territorio en la segunda mitad del siglo XVI. Ya en esa época se ha dejado constancia de la frondosa vegetación arbórea y arbustiva que existía en los valles y explanadas de lo que actualmente es un desierto.

La vegetación señalada es el remanente de los bosques y selvas que existieron en el norte de nuestro país hace millones de años, vegetación lujuriosa que se fue modificando junto con el fin de la última glaciación, de la cual eran un mudo testigo los bosques del Valle de Copayasu (Copiapó) y de las quebradas y valles de más al norte, los bosques de olivillo (Aextoxicon punctatum) del Parque Nacional Fray Jorge, las Palmas (Jubaea chilensis) de Tilama, Ocoa, Cocalan y del Valle de Santiago.

La legislación colonial que protegía la vegetación nativa no se aplicó, predominando en esa época y hasta avanzado el siglo XIX la legislación minera que permitía la corta de bosque, situación que por falta de fiscalización terminó en depredación y pérdida de valiosos ecosistemas forestales. El rechazo de esta situación y su denuncia pública efectuada por Claudio Gay Mouret junto con la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en 1838, llevó a la creación de las primeras leyes forestales de la República de Chile. En esa misma época comenzaba el interés por la Arboricultura Urbana en Chile, que llevó a la creación de parques (Quinta Normal, O’Higgins, Santa Lucía), proceso que tuvo su máxima expresión con la celebración del primer centenario de la República de Chile, donde se crearon los Parques: Forestal y San Cristóbal.

En la segunda mitad del siglo XIX, la producción triguera, la minería, la falta de planificación para la colonización del sur de Chile y la explotación irracional de los ecosistemas forestales para extracción de madera y leña, generaron el mayor desastre ambiental que haya ocurrido en nuestro territorio, fenómeno histórico que nuestra  sociedad aún no logra dimensionar.

Recién a inicios del siglo XX se crean las primeras instituciones forestales en el Ministerio de Industria, representadas en la Sección de Aguas y Bosques (1906) que fue reemplazada por la Inspección General de. Aguas, Bosques, Pesca y Caza (1911),  ambas a cargo de Federico Albert, cuyo fructífero trabajo abarcó la creación de viveros fiscales, de Reservas de Bosques Fiscales, plantaciones forestales, control de dunas, fomento de árboles forestales y un proyecto de Ley Forestal que sería la base de la Ley de Bosques de 1931.

En la segunda mitad del siglo XX, podría denominarse de la planificación forestal, surgió el Plan Chillán de CORFO (1958), el Plan de Reforestación del SAG (1964 – 1970), la Corporación de Reforestación (COREF)(1969) y el traspaso de competencias en áreas protegidas e incendios forestales a la COREF que significó que surgiera la Corporación Nacional Forestal (CONAF). En 1974 se traspasó al sector privado toda la actividad forestadora que realizaba el estado a través de la COREF, transformando los presupuestos públicos en un subsidio, lo que quedó recogido en el D.L. 701.

El siglo XXI se inicia sin legislación que fomente el bosque nativo que detenga la degradación y sustitución de ese recurso, con un sector industrial relacionado al aprovechamiento de pino y eucalipto que se ha consolidado en los mercados globalizados, con competencias forestales públicas dispersas en distintos organismos del estado y una serie de otras debilidades. El año 2008 se aprueba una ley de fomento al bosque nativo, no obstante la degradación de ese ecosistema forestal continúa.

Se identifican numerosas iniciativas que permitirían vincular al sector forestal con el desarrollo del país, en base a una nueva mirada que entrega la historia forestal de Chile.



El texto completo se puede ver en el siguiente link:



miércoles, 26 de diciembre de 2012

SITUACIÓN ACTUAL DEL ÁRBOL URBANO EN CHILE

La historia de la Arboricultura Urbana en Chile nos muestra los problemas que han existido para avanzar en la incorporación del árbol urbano como un elemento importante en nuestras ciudades. En ella es posible encontrar algunas de las razones que explican la situación actual, como por ejemplo el que hasta la actualidad no exista una visión de estado que aborde esta actividad generando equidad, calidad y sustentabilidad. Si bien han existido iniciativas de parte de algunas reparticiones públicas, éstas son dispersas, débiles y sin continuidad en el tiempo.

El primer aspecto que abordaremos es la falta de equidad que existe en la distribución del arbolado urbano, antecedente que es coherente con las afirmaciones anteriores, ya que a partir de mediados del siglo XX las comunas con mayores ingresos comenzaron a preocuparse de arborizar sus territorios y también de construir áreas verdes, lo que luego de 60 años de gestión ha resultado en la existencia de un rango de comunas, donde en un extremo están las comunas ricas con una dotación adecuada de árboles urbanos y también de áreas verdes y en el otro extremo encontramos comunas pobres casi sin arbolado urbano y escasas superficies de áreas verdes.

La falta de equidad en la dotación de arbolado urbano es un problema que tiene tres dimensiones complementarias, a saber: diseño y producción de árboles urbanos,  donde los árboles que se producen deberían satisfacer criterios de calidad y crecimiento acordes con el diseño elaborado, arborización, junto con la necesidad de disponer de árboles urbanos de calidad, y mantención del arbolado urbano, que implica riego, fertilización, reemplazo de árboles adultos y cuidado de árboles singulares. Estas actividades en conjunto requieren de sistemas de gestión del arbolado urbano, lo que se traduce en catastro, presupuesto, capacitación y formación, profesionales, equipos, infraestructura y participación de la comunidad. La situación actual indica un alto déficit también en los aspectos señalados y los árboles que se utilizan en arborización urbana, en general, se encuentran lejos de los estándares de calidad requeridos para este fin.

Un segundo aspecto a abordar radica en la dotación de árboles urbanos. Un proyecto realizado el año 2004 por la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile(1) señaló que las 34 comunas del Gran Santiago tenían una dotación de 6.300.000.- árboles urbanos aproximadamente. Para el mismo territorio, a fines de 2009, la Universidad Católica señaló que existe un déficit de 12 a 14 millones de árboles urbanos, concentrándose la falta de árboles en barrios pobres. En opinión de este autor, el estándar a considerar debe ser de cuatro (4) árboles urbanos por habitante.

El tercer aspecto a destacar radica en la falta de criterios para promover la Arboricultura Urbana y la errónea aplicación de indicadores de áreas verdes en el ámbito del arbolado urbano. Es reconocido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) que los árboles generan múltiples beneficios (ambientales, sociales, económicos y culturales), motivo por el cual se han generado en el mundo diversos sistemas de medición de estos aportes. En Chile no se ha avanzado en esta línea. A modo de ejemplo señalar que desde 1990 a la fecha, CONAMA utiliza el indicador m2 de áreas verdes por habitante para medir la captura de contaminantes del aire que realizan los árboles, situando ese beneficio del arbolado urbano solo en los árboles que se encuentran en áreas verdes. Sabemos que el arbolado viario representa más del 80% de los árboles que existen en nuestras ciudades. Menos del 20% de los árboles urbanos han sido establecidos en áreas verdes.

El cuarto aspecto consiste en la ausencia del arbolado urbano en la legislación chilena. Diversas leyes han abordado tangencialmente en sus articulados aspectos relacionados con  arbolado urbano. A modo de ejemplo señalar que la Ley de Bosques de 1931 entrega a las municipalidades la responsabilidad del arbolado lineal, sin dar contexto a esta atribución, o la Ley de Fomento del Bosque Nativo aborda el tema de los Productos Forestales No Madereros donde se sitúan los beneficios del arbolado urbano. Se pueden mencionar también la Ley de Medio Ambiente Nº19.300 y la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción, entre otras. A pesar de las diversas menciones, no se logra construir un marco legal que produzca sinergias y que supere los problemas y brechas que en la actualidad observamos cotidianamente.

CONSECUENCIAS DE LOS PROBLEMAS DETECTADOS

Muchos de los aspectos que forman parte importante de la Arboricultura Urbana, en Chile se encuentran en absoluta desprotección. A continuación se presentan algunos ejemplos.

1.- Barrios y vecindarios con escasa presencia de árboles urbanos



Es conocido y notorio el enorme déficit de árboles urbanos que existe en la vía pública de los territorios de mayor pobreza de nuestro país, a lo que se suma la falta de áreas verdes. El estado dispone de un escaso número de viveros capaces de producir árboles urbanos. No existen vinculaciones con el sector privado que si posee viveros y si produce árboles urbanos de calidad. Existen otras razones que explican también el déficit de árboles urbanos que aquí se señala, entre las cuales está la falta de institucionalidad, la escasa capacidad para administrar presupuestos públicos y privados, la falta de políticas coherentes, aspecto éste último que explica la incapacidad que ha existido para involucrar al sector privado.



La falta de iniciativa que se muestra en el ámbito de la Arboricultura Urbana permite que se prive a gran parte de la población de nuestro de país de los múltiples beneficios que genera el arbolado urbano. La Arboricultura Urbana no es un gasto, es una inversión. Los múltiples beneficios que generan de forma continua y por décadas los árboles urbanos exceden con creces el período de retorno de la inversión que se ocupa en producir los árboles necesarios, plantarlos y cuidarlos en todo su ciclo de vida.

2.- Falta de planificación para el establecimiento de arbolado urbano

Los lugares de la vía pública donde se pueden establecer árboles urbanos presentan distintas dimensiones, disponibilidad de suelo y espacio aéreo, motivo por el cual es necesario definir a priori las características de los árboles que en cada uno de ellos se debe establecer, siendo la principal variable a definir para cada lugar la especie a utilizar. La realidad señala que en los espacios viarios disponibles para establecer árboles urbanos se plantan los arbolitos que están disponible (lo que hay) generándose de esta forma numerosos problemas para la mantención del arbolado futuro.

Es importante la planificación del arbolado urbano viario y en áreas verdes para asegurarse que la combinación de árboles que se establece genera el máximo de beneficios ambientales, económicos, sociales y culturales. Un árbol de una especie que en estado adulto es de gran tamaño no puede ser establecida en un lugar donde dispondrá de poco espacio para desarrollar su copa y/o poco espacio para desarrollar sus raíces.


3.- Déficit en producción de Árboles Urbanos y plantas de mala calidad

Se llama árbol urbano a un tipo de árbol que es producido en base ciertos estándares de calidad que le permitirán sobrevivir en los lugares donde serán establecidos de forma definitiva. Son árboles que salen de vivero con 2,0 metros de altura mínima, al menos 5,0 centímetros de diámetro en el cuello de la planta, que se encuentran en buen estado sanitario y con un follaje que le da presencia para evitar que sea aplastado o pisoteado. Es necesario que sea establecido con un tutor que evitará el daño mecánico que el ser humano les pueda producir.

Las actividades de producción de plantas que el estado mantiene en nuestro país entregan a la comunidad pequeños arbolitos que no cumplen con las características señaladas en el párrafo anterior. Debido a que los viveros de que dispone el estado son en general pequeñitos, de especies poco deseables y de origen principalmente exótico, lo que sumado a la escasa planificación que en ellos existe, a la falta de tecnología y a que no se toman en cuenta los criterios que la Arboricultura Urbana indica para la producción de árboles urbanos, no solo se entregan a la comunidad árboles que no cumplen con criterios mínimos de calidad para ser establecidos en la vía pública, sino que además, es imposible para el estado producir árboles urbanos en la cantidad que sus propias campañas de forestación urbana han comprometido.

4.- Poda y su uso indiscriminado.


La poda es una técnica que permite mejorar la forma de los árboles, guiar su crecimiento, eliminar partes del árbol que presentan enfermedades y, en general, fortalecer el desarrollo de los árboles. La poda de árboles urbanos se aplica en Chile utilizando criterios inadecuados o para solucionar problemas de árboles establecidos en lugares inadecuados. La elección de árboles urbanos que serán plantados debe considerar aspectos como el espacio disponible (suelo y aéreo), el tamaño que alcanzará el árbol en su estado adulto (especie) y las posibilidades de mantención actuales y futuras (riego, fertilización). Cuando para un lugar pequeño se selecciona un árbol urbano que en estado adulto alcanzará altura superior a los 15 metros, se recurrirá a podarlo (mutilarlo de forma permanente). El ejemplo más claro de la situación descrita es el establecimiento de árboles bajo el tendido eléctrico.


Pero no se puede llamar poda a cualquier actividad que termine en cortar las ramas de un árbol, como por ejemplo lo que ha ocurrido en la V Región con el metro MERVAL, empresa que el año 2007 realizó una remodelación de su sistema de trenes y construcción de nuevas estaciones, incluyendo la arborización exterior de las 5 estaciones de Villa Alemana y de 3 en Quilpué con la bella especie Quillaja saponaria (especies plantadas en ese entonces eran de 3 años app). Luego de cinco años de ocurrido este acierto la empresa decidió "algo" que terminó en la mutilación de decenas de quillayes de 8 años que ella misma había plantado y numerosos árboles de otras especies ubicados en el entorno.

Las empresas eléctricas cortan las ramas de los árboles que crecen bajo el tendido eléctrico amparadas en el artículo 147º del D.F.L. N°1 del Ministerio de Minería de 1982, llamada Ley General de Servicios Eléctricos. Es preciso aclarar que una poda bien realizada mejora la forma de los árboles, cuestión que en general no ocurre en estos casos y genera críticas de los vecinos al resultado que se obtiene, el que generalmente corresponde a un desmoche. El artículo señalado dice que "El trazado de líneas aéreas por bienes nacionales de uso público deberá efectuarse de modo que, en lo posible, no se corten o poden los árboles ubicados a lo largo del trazado de la línea. Si no existiere alternativa a la poda o corta de estos árboles, el propietario de las líneas aéreas deberá dar aviso por carta certificada, con diez días de anticipación, a la Dirección de Vialidad o a la Municipalidad, según proceda, y a los propietarios  afectados,  pactándose las indemnizaciones que correspondan, de acuerdo con lo que establezcan los reglamentos."

La situación descrita ocurre frecuentemente en todo el país, no solo en época de receso vegetativo de las plantas, sino, todos los meses del año, afectando de esta forma el crecimiento de los árboles. No existe un sistema de certificación de las personas que trabajan en Arboricultura Urbana. ¿Cuanta agua pierde por sus heridas un árbol que es podado en primavera, incluso en octubre o noviembre? ¿Las podas que se realizan mejoran la forma y estado general de los árboles?

5.- Déficit en Manejo del arbolado urbano: mantención y reemplazo


El arbolado urbano que ha sido establecido requiere riego oportuno, fertilización, corrección de forma, eliminación de plagas, tratamiento de heridas, reemplazo de árboles en mala condición o dañados, entre otras tantas acciones que la Arboricultura Urbana considera. Las actividades señaladas deben ser programadas, de tal forma de asegurarse de hacer buen uso del tiempo disponible, del uso de los recursos y del presupuesto, entre otros aspectos que se deben insumir.

El manejo del arbolado urbano es una actividad que requiere de un presupuesto anual. 

6.- Falta de información sobre Arboricultura Urbana.


La arboricultura urbana es una disciplina que está estructurada en base a temáticas específicas del conocimiento. Por desconocimiento o falta de interés ha sido ubicada como un capítulo menor en el ámbito de las áreas verdes, relegación forzada de funestas consecuencias para nuestras ciudades y su sustentabilidad. Sabemos que en condiciones óptimas las áreas verdes no superan el 15 a 20% del territorio de las ciudades, con el efecto que un porcentaje como ese tiene en el consabido (y mágico) indicador de metros cuadrados de áreas verdes por habitante. Los árboles en áreas verdes corresponden a un % menor respecto del total de árboles que existe o se podría establecer en las ciudades. 

Se requiere mayor investigación en el ámbito de la producción de árboles, en la identificación de variedades, en el cuidado de los árboles, en los sistemas de gestión del arbolado urbano, en la valoración de los beneficios de los árboles urbanos, en la generación de conocimiento para capacitar a nuevos arboricultores, para formar especialistas en las diversas temáticas, para el manejo de bosques urbanos, entre tantas materias que las ciudades requieren.

7.- Eliminación injustificada e indiscriminada de árboles adultos

Este año hemos sido testigos en varias oportunidades de la falta de protección de los árboles urbanos, las que corresponden a proyectos de ensanchamiento de calles y avenidas. La primera situación se dio en la ciudad de Chillán, VIII Región, donde un proyecto de supuesto mejoramiento de la Avenida O’Higgins, contempló en su diseño la corta o tala de 51 árboles que se encuentran en el recorrido (encinos y plátanos orientales) y reemplazarlos por nuevas especies, intervención que fue resistida por los vecinos. La segunda situación fue la corta de árboles adultos debido a un proyecto de ensanchamiento de la calle Manuel Rodriguez, ciudad de Osorno, donde se cortaron siete árboles. La muerte de 600 árboles por ensanchamiento de Gran Avenida. Existen muchos otros ejemplos de eliminación indiscriminada de árboles urbanos a lo largo y ancho de nuestro país, entre los que se encuentran los siguientes casos:

a) Municipalidad De Las Condes - Tala Indiscriminada De Árboles
c)  Sacarían terraza de la plaza y árboles de Coimas y reemplazarían todo por cemento en SanFelipe.

A esta situación se suman numerosas remodelaciones de plazas y también de parques que una tras otras significan la eliminación gradual de árboles patrimoniales.


8.- Creación de monocultivos urbanos con la especie plátano oriental.

La situación actual de la Arboricultura Urbana Chilena que se describe en este documento permite visualizar una serie de déficit, donde es posible destacar, entre otros resultados deficitarios, el logro negativo de haber creado un enorme monocultivo urbano con la especie plátano oriental. La utilización indiscriminada de plátano oriental en arborización viaria y en áreas verdes, no solo refleja un desconocimiento respecto del potencial urbano que presentan una serie de especies, principalmente nativas, las que son promovidas por la Arboricultura Urbana Chilena, sino que también indica un pésimo gusto al momento de pensar en la ciudad.
En la foto la Alameda Bernardo O´Higgins frente a la calle Bascuñán Guerrero.
En la imagen tomada en el mes de junio se observan decenas de plátanos orientales sin hojas.
Una tesis de la Facultad de Geografía de la Universidad de Chile indica que más del 70% de los árboles que se encuentran en parques en la región metropolitana corresponden a esta especie. Por otro lado, por ser una especie de hoja caduca no es capaz de aportar en nada  a la captura de material particulado en invierno. Plátano oriental también es una especie altamente alergénica.

9.- Graves deficiencias en la implementación del programa "Un árbol por cada chileno"

En el primer párrafo de la página 97 del programa de Gobierno 2010 - 2014 del Presidente Piñera se encuentra el siguiente compromiso "Se aumentarán los estándares de áreas verdes y se realizará un programa nacional de forestación urbana, que contempla plantar 16 millones de árboles, es decir, un árbol por cada chileno, con participación de las municipalidades, empresas privadas y las comunidades escolares." Durante el año 2010 esta iniciativa estuvo a cargo del Ministerio de la Vivienda. El año 2011 se traspasó a CONAF la responsabilidad de crear e implementar el programa señalado, institución que incorporó el criterio de forestación periurbana que está conformada por forestaciones industriales rurales, probablemente financiadas por el D.L. 701 que subsidia la forestación.

Preocupa el hecho de que el año 2011 CONAF informara de la arborización de 1.905.348.- árboles, cifra que está conformada por solo 543.363 plantas entregadas en zonas urbanas y 1.361.985 plantas en zonas rurales que CONAF considera como periurbanas. Es decir, tan solo el 28,5% de las plantas informadas por CONAF como plantadas en algún lugar corresponden al programa nacional de forestación urbana que se ha comprometido en el programa de gobierno para este período. Llama la atención también que la falta de árboles de calidad que existe en los pequeños y escasos viveros que posee el estado llevara a CONAF a regalar pequeños arbolitos de no más de 30 cm. ya que los árboles urbanos, por definición tienen más de 2,0 metros. Ante la imposibilidad de cumplir con el compromiso del programa de gobierno el año 2010 el MINVU señaló que la meta de "Un árbol por cada chileno" se alcanzaría en ocho (8) años.

Como resumen solo señalar aquí que la implementación de la medida señalada como un árbol por cada chileno se encontró con problemas de institucionalidad, falta de árboles urbanos de calidad, falta de personal capacitado y una profunda falta de conocimientos de los postulados básicos que la Arboricultura Urbana promueve.

10.- Incoherencia en los informes gubernamentales sobre arbolado urbano

Desde el año 1992, fecha en que CONAMA elaboró el primer catastro de áreas verdes del Gran Santiago, se mide el aporte de los árboles a la captura de material particulado (PM10 y polvo en suspensión) a través del indicador metros cuadrados de áreas verdes por habitante (m2av/habitante), lo que en la práctica significa decir que solo los árboles que se encuentran en áreas verdes tienen la capacidad de capturar contaminantes, criterio muy utilizado en algunos círculos pero que a todas luces es erróneo.


Plátanos orientales en invierno.
Fotos tomadas frente a calle República.
Si queremos conocer el aporte de los arboles al control de la temperatura es necesario contar los árboles y medir en ellos el indicador cobertura de copas; si se quiere conocer la captura de contaminantes es necesario medir los indicadores volumen de copa, densidad de copa, estratificación de la copacaracterísticas de la hoja. Para conocer el aporte de los árboles a la disminución de la agresividad de las personas es necesario utilizar instrumentos de carácter social. Los indicadores más utilizados por la Arboricultura Urbana son: número de árboles por habitante, cobertura de copa, edad de los árboles y especieEn ciudades con una alta contaminación del aire el indicador especie nos señala si los árboles son de hoja caduca o de hoja perenne. Los árboles de hoja caduca botan sus hojas en invierno y no contribuyen a la descontaminación del aire, siendo ésta la situación que ocurre con plátano oriental que es la especie más utilizada en el Gran Santiago y en la mayor parte de las ciudades del país, evidenciando la incoherencia que existe entre las políticas públicas y los indicadores que se utilizan para evaluar dichas políticas.

COMENTARIOS FINALES.

Son numerosos y diversos los problemas detectados que impiden el adecuado desarrollo de la Arboricultura Urbana en Chile. Todos los problemas señalados impiden que los árboles urbanos aporten los múltiples beneficios que de forma natural los árboles urbanos nos deberían entregar. Si bien no se incluye en este artículo la totalidad de los problemas existentes, se ha intentado incluir aquellas situaciones que permiten a los tomadores de decisiones y al lector en general formarse una opinión de la situación en que nos encontramos. Es importante destacar que si se mira la Arboricultura Urbana desde una perspectiva histórica, podemos observar que la situación actual es el resultado de numerosos esfuerzos e iniciativas que deben ser aquilatadas en todo su valor, para intentar superar las deficiencias y brechas que en cada una de ellas se detecta.

La Arboricultura Urbana dejó de ser un problema de los vecinos, de las familias adineradas o de las municipalidades, primero debido a la necesidad de contar con árboles en nuestras ciudades para contribuir a la sustentabilidad de nuestras ciudades, y en segundo lugar porque los árboles urbanos hacen un aporte que impacta más allá de nuestras fronteras y cotidianidad. Es un imperativo ético dotar de árboles de calidad a nuestras ciudades para , al menos, capturar CO2, disminuir el consumo de combustibles fósiles al regular la temperatura y permitir una mayor estabilidad emocional y mayor seguridad a los ciudadanos. 

Es entonces un imperativo social, ambiental y global aportar para que se dicte una Ley del Árbol Urbano en Chile, la que en base a una situación óptima futura deseada permita superar los problemas que dificultan el desarrollo de la Arboricultura Urbana en la actualidad.


Elaborado por:
Santiago JM Del Pozo Donoso
Ingeniero Forestal
Ex Director CONAF RMS.
Ex Jefe Unidad de Medio Ambiente GORE RMS.
Correo: arbol.cl@live.cl


(1) FONDEF D00I 1078 “Desarrollo de un sistema de gestión de vegetación urbana con fines de descontaminación atmosférica y de apoyo a la toma de decisiones de nivel municipal”. Informe final, 14 de marzo de 2004.



martes, 20 de noviembre de 2012

ORIENTACIONES DE POLÍTICA PARA UNA LEY DEL ARBOL URBANO

La incorporación del árbol urbano en los espacios públicos de nuestras ciudades ha sido un proceso lento y dificultoso (Ver Historia de la Arboricultura Urbana Chilena), el que se caracterizó en sus inicios por ser el resultado del aporte de personas y familias acomodadas, con ausencia del estado. Fue solo a inicios del siglo pasado que, con la celebración del primer Centenario de la República, el árbol urbano tuvo una presencia importante en áreas verdes que se crearon especialmente para tal fin. En épocas más recientes, a partir de mediados del siglo XX, el árbol urbano comenzó a ser incorporado de forma planificada en algunas ciudades de nuestro país, tarea en la que las municipalidades con mayores recursos fueron pioneras y muchas municipalidades pobres aún no pueden comenzar.

Puede ser éste el motivo o la causa del enorme déficit de árboles urbanos que existe en nuestras ciudades, a lo que se suma la confusión que existe entre arbolado urbano y áreas verdes. Para poner las cosas en su lugar es importante decir que en cualquier comuna en la que el árbol urbano forma parte de la planificación del territorio, encontraremos que el 80% del arbolado presente en ellas está situado en calles, avenidas o pasajes y tan solo el 20% de los árboles existente en dicho territorio estará situado en áreas verdes. Este dato proviene de comunas como  Santiago, La Reina, Providencia, Las Condes, Peñalolén, Vitacura, entre otras. Son comunas que tienen en total entre 50.000 y 70.000 árboles en su territorio, de los cuales, tan solo, entre 10.000 y 17.000 árboles se encuentran plantados en áreas verdes.

Desde la década del '60 del siglo pasado hasta la fecha ha existido un desarrollo significativo en el ámbito de la incorporación del árbol en la ciudad, desarrollándose paralelamente a este proceso la Arboricultura Urbanaque es la disciplina que se preocupa de esta actividad. En este período diversas municipalidades organizaron campañas masivas de arborización; los viveros rurales potenciaron sus  producciones de árboles urbanos; las municipalidades de mayores recursos comenzaron a licitar el diseño, creación y mantención de áreas verdes; se crearon las primeras empresas privadas para la gestión de áreas verdes, las municipalidades han licitado la mantención del arbolado urbano. En todo este proceso, finalmente, el estado jugó un rol, el que a partir de la década de los años  `90 del siglo pasado se estancó: solo basta ver lo que ocurre en la Región Metropolitana de Santiago, donde CONAF ha ido disminuyendo la cantidad de árboles que durante 20 años entregó, promediando los 20.000 árboles urbanos/año, llegando al límite de no impulsar proyectos innovadores como el Plan Santiago Verde del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago.

La preocupación por el arbolado urbano, que a inicios de la era industrial tuvo como objetivo ayudar a la higienización de los barrios y ciudades, 200 años después y a inicios del siglo XXI, con una nueva comprensión que aporta la arboricultura urbana, el árbol urbano se inserta en el contexto de los problemas globales que sufre el planeta y la sociedad en su conjunto, pasamos de ver el árbol urbano como un elemento que sirve para el ornato de nuestras ciudades a entenderlo como un ser vivo, que requiere cuidados, capaz de proveer múltiples beneficios ambientales, sociales, económicos y culturales. Este conjunto de beneficios del árbol urbano se constituye en un marco orientador, que permite fijar prioridades, orienta las políticas de arbolado urbano y da relevancia a la arboricultura urbana. Han quedado en el pasado aquellas preguntas que siempre se han hecho los urbanistas respecto del arbolado urbano y ahora, motivados por otros conocimientos profesionales, nos preocupamos de los temas que son importantes para lograr que nuestras ciudades sean sustentables. ¿Cual es la mejor combinación de árboles viarios y en áreas verdes que debemos lograr para generar un máximo de beneficios para la sociedad y el planeta?.  De lo que si estamos seguros es que debemos superar en el corto plazo las brechas existentes de arboles urbanos plantados entre comunas ricas y comunas pobres.

Antes de continuar es necesario preguntarse respecto de cuales son los alcances de la arboricultura urbana. Daniel Rivas Torres nos aporta cuando señala que la Arboricultura es la ciencia que se dedica al cultivo, al cuidado de los árboles, arbustos y enredaderas, considerados como individuos. Por lo general, el árbol que importa como individuo se encuentra en las calles, parques, plazas, camellones, andadores, jardines botánicos, arboretos, instituciones, empresas, viveros, unidades residenciales, casas, fincas, etc. Al árbol de las ciudades se le llama árbol urbano, y no árbol ornamental, porque, como ya hemos analizado, sus funciones son variadas y van más allá de un papel meramente estético.

Es importante destacar que la preocupación del árbol urbano como individuo significa también la preocupación por su entorno y las condiciones ambientales en las que se desarrolla. Por este motivo, entre otras materias, existe un consenso amplio respecto de los criterios de calidad que debe presentar un árbol urbano para ser establecido en la ciudad. Este no es un tema menor ya que sabemos de numerosas campañas que se hacen llamar de arborización urbana, regalan pequeñas plantitas de no más de 30 cm. de altura, de las que no se logra conocer ni siquiera el lugar donde esas plantitas fueron establecidas. Debemos buscar un nombre adecuado para aquellas campañas que no aportan árboles urbanos, que hacen mal uso de los dineros del estado  regalando pequeñas plantitas que no logran sobrevivir.

Fuente: Arbolado Urbano en la Legislación Forestal Latinoamericana

Para avanzar de forma decidida en lograr que las personas, las vecindades, los barrios, las comunas y ciudades dispongan y disfruten cada vez más de los beneficios que proveen los árboles urbanos, es necesario superar una serie de brechas, problemas y déficit detectados, los que se señalan a continuación: 


Déficit de arbolado urbano en comunas pobres
Excesiva presencia de especies caducas en ciudades con aire contaminado.
Árboles viarios sin riego y sin cuidados culturales.
Ausencia de criterios de calidad de producción de árboles urbanos.
Falta de herramientas de catastro y planificación del arbolado urbano.
En algunos círculos aún se utilizan criterios higienistas ajenos a la arboricultura urbana.
La arborización urbana se rige por la oferta de arbolitos y no por demanda planificada.
No se aplican en áreas verdes los conocimientos propios de la arboricultura urbana.
Falta de investigación en arboricultura urbana.
Desvinculación entre las actividades de arborización urbana y las zonas arboladas rurales.
No se utilizan especies nativas que crean hábitat para la biodiversidad regional.
Aplicación de podas que desfiguran y mutilan los árboles.
No existe un cuidado especial para nuestros árboles singulares.
Los criterios imperantes impiden que las empresas impulsen la arboricultura urbana.
Falta de competencias y conocimientos para orientar el manejo de los árboles urbanos.
Áreas verdes urbanas sin prioridad arbórea hacia la sustentabilidad.
Existe legislación que afecta negativamente el desarrollo del arbolado urbano.
Los presupuestos para arboricultura urbana son escasos y dispersos.

Para avanzar en la implementación de un sistema de gestión del arbolado urbano en nuestro país, es necesario definir una política nacional de fomento del arbolado en la ciudad, la que a la luz de los problemas detectados, sea capaz de abordar los siguientes objetivos:
  1. Consensuar un arreglo institucional en torno al fomento y cuidado del árbol urbano  que logre generar sinergias, cubrir vacíos y brechas e identificar y potenciar las capacidades existentes, potenciando su aporte al logro de ciudades sustentables.
  2. Incrementar la oferta gratuita de árboles urbanos de calidad del estado, fortaleciendo las vinculaciones público-privadas y de las organizaciones sin fines de lucro.
  3. Definir mecanismos e instrumentos que permitan fomentar la arboricultura urbana en un contexto de ciudades sustentables.
  4. Diseñar e implementar un sistema de indicadores que permitan identificar las especies que más contribuyen a lograr ciudades sustentables.
Para superar los problemas existentes y asegurar el logro de los objetivos señalados es necesario crear un cuerpo legal que tenga como objetivo el fomento, cuidado y protección del arbolado urbano, permitiendo incrementar los beneficios sociales, ambientales, económicos y culturales que éstos generan, pasando de criterios urbanistas tradicionales a la implementación de un nuevo paradigma del arbolado urbano que es coherente con el de ciudades sustentables.
Bellotos del Norte, especie en peligro de extinción, plantados en el bandejón central de la
Alameda Bernardo O`Higgins, frente a calle República.
Texto Elaborado por Santiago JM Del Pozo Donoso, Ingeniero Forestal de la U. de Chile.
Correo: arbol.cl@live.cl