jueves, 27 de septiembre de 2012

ARBORICULTURA: DEFINICIONES EN LEYES VIGENTES

A continuación presento algunas definiciones que pueden ser utilizadas en la elaboración de una Ley del Árbol Urbano para Chile. Es necesario considerar la elaboración de otras definiciones, entre las cuales está obviamente la definición de árbol urbano, las que surgirán también en la medida que se avance con el desarrollo de contenidos y conceptos.
Santiago JM Del Pozo Donoso
arbol.cl@live.cl 

Acera: parte de una vía destinada principalmente para circulación de peatones, separada de la circulación de vehículos. (D.S. N°47 de 1992)

Árbol: planta de fuste generalmente leñoso que en su estado adulto y en condiciones normales de hábitat puede alcanzar, a lo menos, cinco metros de altura o una menor en condiciones ambientales que limiten su desarrollo.(Ley Nº 20.283)

Arbustos: término que se refiere a tipos de vegetación donde los elementos leñosos predominantes son los arbustos con más de 50 cm y menos de 5 m de altura en su fase de madurez. Los límites de altura para los árboles y los arbustos habrán de interpretarse con flexibilidad, especialmente cuando la altura mínima de los árboles y máxima de los arbustos puede variar entre 5 y 7 m aproximadamente. (www.fao.org/docrep/W4345S/w4345s08.htm)

Antejardín: área entre la línea oficial y la línea de edificación, regulada en el instrumento de planificación territorial. (D.S. N°47 de 1992)

Anteproyecto: presentación previa de un proyecto de loteo, de edificación o de urbanización, en el cual se contemplan los aspectos esenciales relacionados con la aplicación de las normas urbanísticas y que una vez aprobado mantiene vigentes todas las condiciones urbanísticas del Instrumento de Planificación respectivo y de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones consideradas en aquél y con las que éste se hubiera aprobado, para los efectos de la obtención del permiso correspondiente, durante el plazo que señala esta Ordenanza. (D.S. N°47 de 1992)

Área verde: superficie de terreno destinada preferentemente al esparcimiento o circulación peatonal, conformada generalmente por especies vegetales y otros elementos complementarios. (D.S. N°47 de 1992)

Área verde pública: bien nacional de uso público que reúne las características de área verde. (D.S. N°47 de 1992)

Asentamiento humano: lugar donde habita en forma permanente un grupo de personas, generalmente conformado por viviendas y otras construcciones complementarias.  (D.S. N°47 de 1992)

Bandejón: superficie libre entre las calzadas, que forma parte de la vía a la que pertenece. (D.S. N°47 de 1992)

Barrio: área habitacional, industrial, comercial o mixta que forma parte de una ciudad, compuesta generalmente de un grupo de manzanas con características similares. (D.S. N°47 de 1992)

Biodiversidad o Diversidad Biológica: la variabilidad de los organismos vivos, que forman parte de todos los ecosistemas terrestres y acuáticos. Incluye la diversidad dentro de una misma especie, entre especies y entre ecosistemas; (Ley 19.300)

Bosque: sitio poblado con formaciones vegetales en las que predominan árboles y que ocupa una superficie de por lo menos 5.000 metros cuadrados, con un ancho mínimo de 40 metros, con cobertura de copa arbórea que supere el 10% de dicha superficie total en condiciones áridas y semiáridas y el 25% en circunstancias más favorables. (Ley Nº 20.283)

Calle: vía vehicular de cualquier tipo que comunica con otras vías y que comprende tanto las calzadas como las aceras entre dos propiedades privadas o dos espacios de uso público o entre una propiedad privada y un espacio de uso público. (D.S. N°47 de 1992)

Ciclovía: vía destinada exclusivamente al tránsito de vehículos menores, tales como, bicicletas, motos de baja cilindrada, triciclos y otros, cuyas características pueden corresponder a las de ciclopistas o a las de ciclobandas. (D.S. N°47 de 1992) 
Condiciones Urbanísticas: todas aquellas exigencias de carácter técnico aplicables a un predio o a una edificación relativas a las normas urbanísticas y a las condiciones de emplazamiento para los distintos tipos de usos y para el desarrollo de actividades contempladas en los Instrumentos de Planificación Territorial. (D.S. N°47 de 1992)


Conservación del Patrimonio Ambiental: el uso y aprovechamiento  racionales o la reparación, en su caso, de los componentes del medio ambiente, especialmente aquellos propios del país que sean únicos, escasos o representativos, con el objeto de asegurar su permanencia y su capacidad de regeneración; (Ley 19.300)

Contaminación: la presencia en el ambiente de sustancias, elementos, energía o combinación de ellos, en concentraciones o concentraciones y permanencia superiores o inferiores, según corresponda, a las establecidas en la legislación vigente; (Ley 19.300)

Contaminante: todo elemento, compuesto, sustancia, derivado químico o biológico, energía, radiación, vibración, ruido, o una combinación de ellos, cuya presencia en el ambiente, en ciertos niveles, concentraciones o períodos de tiempo, pueda constituir un riesgo a la salud de las personas, a la calidad de vida de la población, a la preservación de la naturaleza o a la conservación del patrimonio ambiental; (Ley 19.300)

Cuadra: costado de una manzana medido entre líneas oficiales de vías vehiculares continuas. (D.S. N°47 de 1992)

Densidad: número de unidades (personas, familias, viviendas, locales, metros cuadrados construidos, etc.), por unidad de superficie (predio, lote, manzana, hectárea, etc.). (D.S. N°47 de 1992)

Desertificación: El proceso de degradación de suelos de zonas áridas, semiáridas o subhúmedas secas, resultante de la influencia de diversos factores, tales como variaciones climáticas, actividades humanas u otros. (DL 701)

Daño Ambiental: toda pérdida, disminución, detrimento o menoscabo significativo inferido al medio ambiente o a uno o más de sus componentes; (Ley 19.300)

Declaración de Impacto Ambiental: el documento descriptivo de una actividad o proyecto que se pretende realizar, o de las modificaciones que se le introducirán, otorgado bajo juramento por el respectivo titular, cuyo contenido permite al organismo competente evaluar si su impacto ambiental se ajusta a las normas ambientales vigentes; (Ley 19.300)
  
Desarrollo Sustentable: el proceso de mejoramiento sostenido y equitativo de la calidad de vida de las personas, fundado en medidas apropiadas de conservación y protección del medio ambiente, de manera de no comprometer las expectativas de las generaciones futuras; (Ley 19.300)

Edificaciones con destinos complementarios al área verde: construcciones complementarias a la recreación que no generan metros cuadrados construidos, tales como pérgolas, miradores, juegos infantiles y obras de paisajismo, así como otro tipo de construcciones de carácter transitorio, tales como quioscos. (D.S. N°47 de 1992)
 
Educación Ambiental: proceso permanente de carácter interdisciplinario, destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre seres humanos, su cultura y su medio biofísico circundante; (Ley 19.300)

Espacio público: bien nacional de uso público, destinado a circulación y esparcimiento entre otros. (D.S. N°47 de 1992)

Especie nativa o autóctona: especie arbórea o arbustiva originaria del país, que ha sido reconocida oficialmente como tal mediante decreto supremo expedido por intermedio del Ministerio de Agricultura. (Ley Nº 20.283)

Estudio de Impacto Ambiental: el documento que describe pormenorizadamente las características de un proyecto o actividad que se pretenda llevar a cabo o su modificación. Debe proporcionar antecedentes fundados para la predicción, identificación e interpretación de su impacto ambiental y describir la o las acciones que ejecutará para impedir o minimizar sus efectos significativamente adversos; (Ley 19.300)

Evaluación de Impacto Ambiental: el procedimiento, a cargo de la Comisión Nacional del Medio Ambiente o de la Comisión Regional respectiva, en su caso, que, en base a un Estudio o Declaración de Impacto Ambiental, determina si el impacto ambiental de una actividad o proyecto se ajusta a las normas vigentes; (Ley 19.300)

Forestación: La acción de poblar con especies arbóreas o arbustivas terrenos que carezcan de ellas, o que, estando cubiertos de dicha vegetación, ésta no sea susceptible de ser manejada, para constituir una masa arbórea o arbustiva con fines de preservación, protección o producción. (DL 701)

Impacto Ambiental: la alteración del medio ambiente, provocada directa o indirectamente por un proyecto o actividad en un área determinada; (Ley 19.300)

Manzana: predio o conjunto de predios rodeados de bienes nacionales de uso público. (D.S. N°47 de 1992)

Medio Ambiente: el sistema global constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus interacciones, en permanente modificación por la acción humana o natural y que rige y condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones; (Ley 19.300)

Medio Ambiente Libre de Contaminación: aquél en el que los contaminantes se encuentran en concentraciones y períodos inferiores a aquéllos susceptibles de constituir un riesgo a la salud de las personas, a la calidad de vida de la población, a la preservación de la naturaleza o a la conservación del patrimonio ambiental; (Ley 19.300)

Plaza: espacio libre de uso público destinado, entre otros, al esparcimiento y circulación peatonal. (D.S. N°47 de 1992)

Parque: espacio libre de uso público arborizado, eventualmente dotado de instalaciones para el esparcimiento, recreación, prácticas deportivas, cultura, u otros. (D.S. N°47 de 1992)  
Patio: superficie desprovista de toda construcción situada dentro de una propiedad y destinada al uso de sus ocupantes. (D.S. N°47 de 1992)

Protección del Medio Ambiente: el conjunto de políticas, planes, programas, normas y acciones destinados a mejorar el medio ambiente y a prevenir y controlar su deterioro; (Ley 19.300)

Reparación: la acción de reponer el medio ambiente o uno o más de sus componentes a una calidad similar a la que tenían con anterioridad al daño causado o, en caso de no ser ello posible, restablecer sus propiedades básicas; (Ley 19.300)

Urbanizar: ejecutar, ampliar o modificar cualquiera de las obras señaladas en el artículo 134 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones que correspondan según el caso, en el espacio público o en el contemplado con tal destino en el respectivo Instrumento de Planificación Territorial o en un proyecto de loteo. (D.S. N°47 de 1992)

Vereda: parte pavimentada de la acera. (D.S. N°47 de 1992)

jueves, 20 de septiembre de 2012

CERROS ISLAS - CERROS PARQUES

Chile es un país de montañas y son numerosas las ciudades en las que existe un cerro al interior de su territorio urbano. También está el caso de las ciudades que fueron establecidas en un valle y que están rodeadas de cerros. Los cerros forman parte de nuestro paisaje cotidiano y las ciudades del valle central, además de cerros, tienen también como marco natural a la Cordillera de Los Andes y la Cordillera de la Costa. Numerosas ciudades tienen como marco los cerros de los cordones transversales, y no son pocas. Y si tenemos tantos cerros al interior de las ciudades y rodeando las zonas urbanas ¿Por qué no los consideramos al momento de planificar las áreas verdes urbanas?

Esta contradicción nos lleva a preguntarnos si puede una ciudad decir una cosa y hacer otra, ¿puede hablarse de ciudad bipolar? El mejor ejemplo de ciudad bipolar es Santiago de Chile y a continuación fundamento.

Argumentos
1.-  El Plan Para la Descontaminación Ambiental de Santiago (PPDA), desde sus inicios ha considerado la meta de construir 1500 ha de áreas verdes en su período de vigencia de cinco años, lo que implica construir 300 ha de áreas verdes por año. Adicionalmente Es necesario aclarar que no tiene explicación alguna el que a) se consideren solo a las áreas verdes como meta de descontaminación y no se considere la arborización de la ciudad también como meta de descontaminación del aire, y b) que en todos los catastros de áreas verdes que ha hecho CONAMA (y ningún catastro de arbolado) se haya dejado fuera las 720 hectáreas del Cerro San Cristóbal. En dichos informes se puede leer como explicación que "no se incorpora el Cerro San Cristóbal porque distorsionaría la cifras". 

2.-  El Plan Regulador Metropolitano de Santiago contempla las categorías de cerros islas, cerros parques y parque naturales a una serie de cerros que se encuentran al interior de la zona urbana y también rodeando la ciudad. El ejemplo más claro es el contrafuerte cordillerano, que es una zona con bosque nativo, senderos y quebradas, entre los ríos Mapocho y Maipo, que tiene una superficie de 13 mil 352 hectáreas, es decir: 133.520.000 m2 de área verde natural insertas en las comunas de La Florida, Peñalolén, La Reina, Las Condes y Lo Barnechea. Pero esta superficie de área verde natural no se toma en cuenta en estadística alguna. En Pudahuel ocurre lo mismo con los bosques y parques naturales que existen en la Cordillera de la Costa.

3.-  El Plan Santiago Verde del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago es el primer plan que aborda con una mirada regional la incorporación, creación y mantención de áreas verdes, poniendo como prioridad un anillo de cerros islas que rodean la ciudad de Santiago, entre los que se encuentran: Cerros de Renca, Cerro Bustamante, Cerro Lo Aguirre, Cerros de Chena, Cerro Los Ratones, Cerro La Ballena y Cerro Manquehue, además  de los históricos Cerro San Cristóbal y Cerro Santa Lucía. Todos en conjunto suman más de 7.000 hectáreas, es decir 70.000.000 de m2 de áreas verdes. Es decir, además de ser una ciudad bipolar, Santiago es una ciudad inconsecuente por que planifica una cosa y hace otra, casi rayando en el límite difuso de la esquizofrenia, lo que se muestra a continuación cuando se analiza el caso de Cerros de Renca.
Cerros de Renca.

Historia


Hasta la actualidad los Cerros de Renca son prolíficos en pastos estacionales, situación que es coherente con el pastoreo estacional que se hizo en Cerros de Renca y el traslado de ganado en verano hasta las vegas cordilleranas. Con una superficie superior a las 1.200 ha, equivalentes a 12.000.000 de m2, se encuentra inserto en la formación vegetacional conformada por bosque esclerófilo que caracteriza a nuestra región. Es probable también que en sus más de 900 metros de altitud fuera posible encontrar diversas formaciones vegetacionales en la medida que se ascendía por sus laderas, con formaciones de quillay, maitén y peumo en su parte baja, quillay y espino en su ladera media, con presencia de cactáceas en su exposición norte y con formaciones de espino, trevo y guayacán en la parte más alta. Con seguridad en los lugares de mayor humedad de todo este paisaje debió estar siempre presente Achyrophorus chilensis Sch. Blp., cuyo nombre en quichua es renka.

La utilización del cerro para obtener talaje tiene como resultado la degradación de la vegetación que allí existía. Es conocido que las chacras que existían en el sector sur de Cerros de Renca, alimentadas por acequias construidas por los indígenas antes de la llegada de los españoles,  eran muy prolíficas y sus cosechas abundantes. Una forma tradicional de incrementar la germinación de la pradera es la quema del pasto seco en otoño. Es probable que de allí venga la (mala) costumbre de aplicar fuego al cerro todos los años.

Uso actual

Cerros de Renca está conformado por Cerro Colorado, Puntilla Lo Ruiz y el Cerro de Renca. Dos cerros menores son Cº La Cruz y Cº Las Perdices ubicados al final del Cº Colorado el primero y al lado de la puntilla Lo Ruiz el segundo. En el Cerro Colorado se encuentran el radar de control de tráfico aéreo del Aeropuerto de Pudahuel ( 0,3 ha) y el Santuario Laura Vicuña (30 ha). En el Cerro de Renca se encuentra el ex Vertedero de Renca (50 ha aprox.) y en su cumbre una cruz desde donde se lanzan fuegos artificiales en Año Nuevo. Por la ladera este del Cº de Renca se encuentra el bosque de eucalipto que plantó y mantiene la empresa Harting en terrenos de su propiedad. En la base del paño perteneciente a la Municipalidad de Renca (100 ha) solo existe una antigua medialuna, único vestigio del pasado talajero de los Cerros de Renca.
 
Es común encontrar vehículos todo terreno como jeeps y camionetas haciendo actividades recreativas, motos todo terreno y también grupos de personas subiendo el cerro a pie. No existe ningún tipo de infraestructura que preste servicios o acoja al visitante. En la siguiente imagen se muestran los límites del Cerro de Renca con respecto a las comunas aledañas.
Propiedad

El fisco tiene una propiedad en Cerros de Renca: el ex Vertedero de Cerros de Renca con  una superficie de 50 hectáreas. La Municipalidad de Renca tiene es propietaria de 100 ha ubicadas en la ladera sur poniente del Cerro de Renca. Las 1050 ha restantes son de propiedad privada, dividida en numerosas hijuelas de diferentes tamaños.
       
Porción del Cerro de Renca perteneciente 
a la Municipalidad de Renca
Proyecto de Creación del Parque Cerros de Renca

Cada cierto tiempo los medios de comunicación nos "informan" respecto de la "forestación de los Cerros de Renca", cuando en realidad se trata de pequeñas iniciativas aisladas sin futuro alguno. A modo de ejemplo se puede citar el Convenio del año 2004 entre el Parque Metropolitano y la Municipalidad de Renca donde ésta última se comprometió a forestar 55,76 hectáreas (ha). ¿Se hizo esa forestación? La forestación de 3 ha en Cerros de Renca que realizaría CONAF  en julio de 2012. Se nota que CONAF no hace ningún esfuerzo por Cerros de Renca. Forestación de 5 ha en el Santuario Laura Vicuña con financiamiento Gerdau Aza. Plantación de 1,1 ha financiadas por el proyecto Parque Industrial Lo Echevers. Pero ¿Cual es el destino de esas pequeñas forestaciones? A modo de ejemplo señalar que se secaron 7.000 árboles forestados por CONAF el 2012 en el Ex Vertedero Cerros de Renca.
 
Junto a la desordenada situación descrita vemos que Cerros de Renca es permanente motivo de reflexión para distintas personas, las que, de manera conformista quizás, han tomado la realidad señalada en el párrafo anterior y le han dado distinta forma, según sus particulares puntos de vista, entre los cuales destacan Miguel Laborde, con el texto "El punto más Alto de la capital",también contamos a CONAF que señala que Llega a Renca para "cubrir de verde" la comuna y, finalmente, cinco (5) años después de la publicación y difusión del Plan Santiago Verde con su anillo de Cerros Islas, a Iván Poduje quien ha planteado que tiene una idea justa, necesaria y factible: convertir Cerros de Renca en el nuevo San Cristóbal.

¿Que se debe hacer para ordenar esta diáspora de iniciativas, generar un nuevo escenario verdaderamente potente y hacerlas converger hacia un objetivo común? Pero, ¿De qué estamos hablando realmente?

En el marco de la implementación del Plan Santiago Verde, el año 2008 la Unidad de Medio Ambiente del Gobierno Regional ingresó al Banco Integrado de Proyectos (BIP) del Ministerio de Desarrollo Social (MIDEPLAN en ese entonces), un proyecto dirigido a la creación de Planes Maestros de Desarrollo para los Cerros Islas de Santiago. Para lograr que esa iniciativa tuviera financiamiento era necesario que la Comisión de Salud y Medio Ambiente del Consejo Regional (*) aprobara incorporar ese proyecto en el presupuesto del Gobierno Regional. Como el BIP no borra proyectos, aún es posible ubicar esa propuesta de financiamiento en las bases de datos del ex MIDEPLAN.
 

Se requiere un Plan Maestro de Desarrollo para Cerros de Renca que permita identificar con criterio innovador el potencial turístico, recreativo, ambiental, cultural y económico de ese territorio, articulando dicho potencial con las demandas, intereses y aspiraciones de los propietarios de los terrenos que conforman Cerros de Renca y de los potenciales usurarios, encontrándose entre estos últimos deportistas, familias, profesores, instituciones, empresas, universidades y estudiantes, turistas nacionales y extranjeros, empresarios, empresas inmobiliarias, etc.
Achyrophorus chilensis Sch. Blp.

De las acciones señaladas en el párrafo anterior surgirán objetivos y una zonificación,  siendo ambos elementos esenciales para dirigir y orientar inversiones de distinta naturaleza, entre las cuales está la forestación de esos cerros. No debería ocurrir que las forestaciones que se realicen luego deban ser taladas para dejar espacio a un camino de calidad turística u otra infraestructura. Tampoco es aceptable que las forestaciones que se realicen luego sufran un enorme daño por no haber considerado desde un comienzo la profundidad del suelo o su calidad, teniendo como consecuencia que talar árboles que se demoran décadas en alcanzar su estado adulto, como quizás haya ocurrido en otros lugares construidos sin la planificación adecuada que aquí se señala.

Para la concresión de los objetivos que se identifiquen confluirán diversos enfoques, entre los cuales estarán, sin duda, aquellos que buscarán la forma de subir agua hasta la cumbre de los Cerros de Renca, otros pondrán condiciones para que sean los edificios que se construyan el principal valor que aprecie el visitante. Pero están aquellos, y me cuento entre estos, que no necesitan subir agua hasta la cumbre de los cerros ni distribuir espacios con caparazones de cemento para hacer atractivo tan especial lugar, siempre intentando  lograr convertir en Parque los Cerros de Renca.
 
Luego, en función de los objetivos y la zonificación elaborada se identifican y utilizan los instrumentos y mecanismos existentes, públicos, privados y de la sociedad civil, que permitan lograr la implementación de iniciativas concretas. A modo de ejemplo se puede señalar que el Plan Santiago Verde se inició con un acuerdo de inversión 2007 - 2012 entre MOP, MINVU y Gobierno Regional de $ 76.246 millones, para construir cinco parques incluído el saneamiento de los terrenos: La Hondonada, La Aguada, La Cañamera, Ex Vertedero Lo Errázuriz y Ex Vertedero Cerros de Renca.

Todo lo señalado reafirma la necesidad de contar con un documento o Plan Maestro que contenga una visión de conjunto que asegure un desarrollo armónico en la construcción y administración del futuro Parque Cerros de Renca, documento sin el cual será imposible salir de la incoherencia en que se encuentran hoy las distintas iniciativas que de forma supuesta o real se definan para ese territorio.

Beneficios para la ciudad del futuro Parque Cerros de Renca.

Beneficios Económicos.


Es inevitable comparar el Cerro de Renca con el Cerro San Cristobal. Revisar la historia del Cerro San Cristobal nos lleva a pensar ¿Por qué no somos capaces de hacer lo mismo o algo mucho mejor en Cerros de Renca? En la actualidad y a 109 años desde la instalación del Observatorio Astronómico Manuel Foster, el Cerro San Cristóbal genera ingresos por MM$1.987.- equivalentes a US$ 4.000.000.-.  Esa suma de dinero deberá ser mayor en la explotación comercial de Cerros de Renca ya que en la actualidad, por ejemplo, a la cumbre del Cerro San Cristóbal no suben buses con turistas y en Cerros de Renca podrían instalarse nuevos atractivos y con opciones para distinto tipo de público.

Beneficios Sociales


Son numerosos los puestos de trabajo que se crearían en Cerros de Renca para atención de público, administración, servicios, seguridad, mantención, educación, etc.  Se encuentran en este apartado también la promoción del deporte, la creación de espacios de encuentro, el fortalecimiento de la identidad de los territorios y sus aportes a la competitividad, los espacios para la recreación y sus efectos sicológicos.

Beneficios ambientales

Si descontamos la superficie con infraestructura (canchas, caminos, centros, empresas, universidades, casas, etc) es probable que la mitad de las 1200 ha de Cerros de Renca pueda ser forestada. Una densidad adecuada de 400 árboles/ha significa la plantación de  un mínimo igual a 240.000 árboles. También se debe considerar una cifra similar de arbustos repartidos en la superficie total del parque. Con esa dotación de árboles el parque capturará sobre las 10.000 toneladas de material particulado al año (PM10 y PM2,5).

El agua que es entregada a la atmósfera producto de la evapotranspiración de árboles y arbusto asciende y es capaz de generar un efecto de convección del aire en altura. En períodos de Inversión Térmica el vapor de agua que proviene de la respiración de las plantas asciende y es capaz de atravesar el techo de inversión térmica, transportando dichos gases en altura y lejos de las zonas más contaminadas. 

Los árboles capturarán CO2, producirán O2 y la temperatura se moderará, entre otros tantos beneficios ambientales.

Es probable que desde diversas latitudes se levanten voces señalando los efectos benéficos de las áreas verdes, pero sabemos que la infraestructura de las áreas verdes no genera efecto ambiental alguno.
 
Beneficios culturales

El fortalecimiento de la identidad genera en las personas apego y confianza. La relación positiva con los elementos que conforman el territorio genera cercanía y valoración por el barrio donde las personas viven, un mayor cuidado por lo que allí existe y ocurre. 

Como se ha señalado en este texto, Cerros de Renca es parte de las comunas de Renca y Quilicura, pero también de Conchalí y Pudahuel, y aún un poco más allá Quinta Normal, Independencia y Huechuraba. Crear un parque de calidad en Cerros de Renca debe tener un efecto de valoración y visualización de nuevas oportunidades, renovación de expectativas, que en lo cultural fortalecerá los lazos con el territorio, especialmente de su gente con lo que Cerros de Renca significa en sus tradiciones y vivencias.


Epílogo

Son muchos los mitos que se han tejido en nuestro país respecto de las áreas verdes y son pocas las áreas verdes que han logrado sobrepasar esos falsos criterios y llegar finalmente a ser construidas. A modo de ejemplo señalar que algunos hablan del Mapocho navegable y en el diario El Mercurio del sábado 22 de septiembre, el Alcalde Torrealba nos señala "Aquí hay un problema semántico: siempre se habló del Mapocho navegable, pero el Mapocho ¡nunca será navegable! De partida no es un río, sino un torrente, y tiene una diferencia de cotas que no permite que sea navegable".

Otros apuntan a crear una ciclo vía por el borde del río Mapocho que atraviese ocho comunas y tenga una longitud superior a los 40 Km. 

Respecto las ciclovías del Mapocho pienso que se debe tener en cuenta que así como la gravedad obliga a los cursos de agua a transitar por la cota más baja del terreno, de la misma forma los fenómenos de inversión térmica empujan hacia abajo los contaminantes suspendidos en el aire que respiramos. Ambos fenómenos coinciden cada año entre los meses de abril y septiembre, acumulándose la polución del aire en las comunas de Pudahuel, Cerro Navia y Renca, que son justamente los territorios por donde pasa el río Mapocho. Este dato debe tenerse en cuenta a la hora de planificar la construcción de ciclovías, para evitar que los entusiastas pedaleros filtren con sus pulmones parte de las 45.000 toneladas de material particulado que se encuentra suspendido en el aire de la Región Metropolitana de Santiago.

Por eso hay que dejar atrás los mitos que nublan nuestra vista y no nos dejan ver los cerros islas de nuestras ciudades. Estamos en Chile, con la realidad de Chile y con el paisaje de Chile y las condiciones de Chile. Y Chile es un país de montaña. Espero que el desarrollo mostrado respecto de Cerros de Renca sea un aporte para una nueva discusión que sirva a nuestras ciudades y permita fortalecer la competitividad de nuestros territorios urbanos.

Santiago JM Del Pozo Donoso
Ingeniero Forestal
arbol.cl@live.cl
 
(*) Curiosamente el Presidente de la Comisión de Salud y Medio Ambiente, encargado de estudiar y gestionar la aprobación de los proyectos de ese ámbito, lo que en definitiva implica estructurar los presupuestos que aprueba el CORE, señaló en julio de 2009 que el Plan Santiago Verde no tenía recursos. ¿Cuales fueron los proyectos del Plan Santiago Verde que estudió y aprobó el CORE? ¿El nuevo vivero para producir 100.000 árboles/año
  

sábado, 1 de septiembre de 2012

NECESIDAD DE IMPLEMENTAR EL NUEVO PARADIGMA DEL ÁRBOL URBANO


Se aproxima la fecha en que expondré sobre “Biodiversidad, Áreas Protegidas y Protección de Especies” en el diplomado “Políticas Públicas de Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sustentable”, donde el año pasado mostré una imagen del retroceso de la vegetación desde la última glaciación. Se observa allí que por la costa, entre La Serena y Rancagua, estaba presente la formación Bosque Lluvioso de Olivillo Costero, la cual ha ido desapareciendo. En la actualidad encontramos vestigios de dicha vegetación en Fray Jorge, Talinay, Cerro Sta. Inés (Los Vilos) y enormes  olivillos creciendo en las quebradas costeras del Centro Experimental Tanumé, al norte de Pichilemu.

El corolario de esta historia es que debido al cambio de condiciones de precipitaciones, que ha ido disminuyendo gradualmente, se produce un retroceso de la vegetación y existe en nuestro país cada vez menos bosque nativo. Sabemos que los árboles, la vegetación en general, acumulan el CO2 presente en la atmósfera.

¿Se contradice esta información con el discurso de Al Gore respecto del aumento exponencial de CO2 en la atmósfera y el cambio climático? Probablemente no en el efecto, pero si en las causas.

Es importante tener en cuenta también los datos entregados por un reciente estudio que determinó que en los últimos 8.000 años el ser humano ha talado y eliminado la mitad de los bosques del planeta.

La conclusión es que el retroceso de los climas templados hacia los polos más la eliminación de los árboles contribuyen a que el CO2 se acumule en la atmósfera. Si a esa situación sumamos un incremento del CO2 producido por consumo de combustibles fósiles y por incendios forestales, tenemos como resultado un aumento significativo de la temperatura de la atmósfera y del planeta, lo que lleva a un rápido deshielo de los casquetes polares.

¿Por qué a Al Gore se le olvidó hablar de la pérdida de bosques y vegetación por disminución de las precipitaciones asociado a glaciación y la tala de la mitad de los bosques del planeta?
Resultado del sondeo de hielo de Vostok (Antártida). Completado con datos de
concentración de CO2 de Law Dome y de Mauna Loa (Hawai)

Todos estos datos nos deberían llevar a concluir que es de la mayor importancia plantar más árboles, pero el convencimiento no es tan profundo como para llegar a movilizarnos en ese sentido como sociedad.

¿Es importante disponer de información para tomar decisiones?

Un segundo dato proviene de la necesidad de utilizar árboles para descontaminar la atmósfera.  Son diversos los estudios que señalan que los árboles de copa densa, y de hoja perenne en los climas mediterráneos con inversión térmica en invierno, capturan contaminantes de la atmósfera, especialmente polvo en suspensión, PM10 y PM2,5.

Pero constatamos que los tomadores de decisiones arborizan las calles de ciudades con aire contaminado con especies de hoja caduca, las que en invierno, cuando se dan los episodios críticos de contaminación del aire, y fallecen niños y ancianos producto del agravamiento de enfermedades respiratorias, simplemente no tienen hojas, se encuentran sin follaje, estando imposibilitados de capturar material particulado  y tampoco producen oxígeno.

En La Serena, Santiago, Rancagua, San Fernando, Chillán, Temuco, etc, se plantan plátanos orientales, melias, liquidámbares, tuliperos, olmos, entre otras especies de hoja caduca, como si la información científica que apunta a la necesidad y urgencia de utilizar especies de hoja perenne no fuera suficiente o, peor aún, como si dichas información científica no existiera. Se dejan de lado especies de hoja perenne y abundante follaje como quillay, molle, peumo, maitén, belloto del norte y tantas otras, que además son nativas y forman parte de nuestro acervo cultural. ¿Acaso la información científica y técnica no llega a ciertos escritorios y menos aún a los oídos y conciencia de los tomadores de decisiones?

El próximo mes participare como relator en el diplomado “Políticas Públicas de Medio Ambiente, Energía y Desarrollo Sustentable”, oportunidad en la que mostraré parte de la abundante información que está disponible para sustentar un cambio de criterios, de paradigma sobre el arbolado urbano, preguntándome una vez más respecto del problema que existe y que impide a quienes toman decisiones en este tema ver lo que todos vemos, y que impide generar en ellos mismos y en sus acciones un cambio tal que nos permita vivir en mejores ciudades, ciudades sustentables: las mismas ciudades pero ahora ciudades saludables.

Son numerosas las publicaciones que hablan de un cambio en la forma de desarrollo de las ciudades, los que a las luz de las experiencias, los problemas, las soluciones adoptadas y la enorme brecha existente, que se sigue ampliando, entre la forma que toma la ciudad y las necesidades de las personas, apuntan a un quiebre entre las concepciones urbanistas que han guiado la discusión en este ámbito y el desafío de lograr que nuestras ciudades sean sustentables. El corolario de esta situación apunta a un cambio de época en que el urbanismo queda en el pasado y ahora se habla de ciudades sustentables, lo que requiere de nuevos enfoques y nuevas soluciones.

Uno de los elementos que se requiere abordar para lograr que nuestras ciudades sean sustentables es el arbolado urbano, el que durante siglos ha sido desplazado de toda planificación y que en la actualidad, a partir de entender sus múltiples funciones, cobra relevancia. La primera reacción radica en separar el tema arbolado urbano del tema áreas verdes. Se sabe que las áreas verdes ocupan una parte muy pequeña del territorio de las ciudades, alrededor del 10% de la superficie total, pero que los árboles urbanos están presentes en toda la ciudad. Un segundo dato proviene de comunas como Santiago, La Reina, Providencia o Vitacura, las que en sus áreas verdes está presente alrededor del 15% de los árboles de esas comunas y una cifra igual o superior al 85%  de los árboles que en ellas han sido establecidos se encuentran fuera de las áreas verdes, ubicados en calles, avenidas, pasajes. Los datos señalados no consideran a los árboles que se encuentran en recintos privados.


Entonces cae por su propio peso el criterio urbanista que asigna importancia a las áreas verdes y que deja de lado el arbolado urbano. A modo de ejemplo señalar que la lucha contra la contaminación del aire que se ha dado desde 1990 en la Región Metropolitana de Santiago se ha centrado en la utilización del criterio urbanista, motivo por el cual se han realizado numerosos catastros de áreas verdes y ningún catastro de número de árboles en nuestras ciudades. El indicador utilizado ha sido metros cuadrados de áreas verdes por habitantes (m2av/habitante), reduciendo de esta forma la posibilidad de capturar contaminantes al potencial existente en el 10% del territorio comunal. Para medir la captura de contaminantes efectuada por los árboles se deben usar combinaciones de indicadores que den cuenta de la presencia de árboles en todo el territorio comunal, las especies utilizadas, si los árboles son de hoja caduca o perenne, la cantidad de árboles, el potencial del territorio para establecer más árboles, las condiciones en que se encuentran los árboles, entre otros aspectos.



Santiago JM Del Pozo Donoso
arbol.cl@live.cl
12/09/2012.