PRESENTACION
La mitad de los bosques naturales del planeta han sido destruidos en los últimos 8 mil años. Ya en 1912 Federico Albert estimaba que nuestro país había perdido 15 millones de hectáreas de bosque nativo. Esta situación ha disminuido dramáticamente la capacidad de la Tierra para mantener su equilibrio ecológico. En consecuencia, con altos niveles de CO2 emitidos a la atmósfera, la desertificación, falta de agua y extinción de especies, el mundo se encuentre en la actualidad en una situación de crisis ambiental que puede tener insospechadas consecuencias para la humanidad.
En nuestro país se intenta contribuir a mitigar los cambios señalados, pero en el sector forestal nos encontramos con una paradoja consistente en la estimación de que las plantaciones forestales establecidas en suelos degradados tienen más valor para el país que las 13.000.000 de hectáreas de bosque nativo que aún Chile posee, lo cual es evidentemente erróneo. Al introducimos en nuestra historia encontraremos la raíz de lo ocurrido con nuestros bosques nativos y con las plantaciones forestales, que permite en la actualidad, a unos pocos, sostener la paradoja señalada.
Las 13.000.000 de hectáreas de bosque nativo que Chile posee en la actualidad, corresponde tan solo al 46,4% de los ecosistemas forestales que poseía al inicio del siglo XVI, lo que no es más que el remanente de aquellos bosques prístinos que la providencia nos entregó para que lo atesoráramos con sabiduría.
Estamos hablando de tala indiscriminada para obtener la leña que durante 200 años alimentó los hornos de la minería de plata en el norte de Chile; eliminación de bosques en los valles para habilitar terrenos para la agricultura o creación de urbes; incendios colosales, que duraron meses y dejaron gruesas capas de cenizas sobre el suelo, realizados con el fin de acelerar procesos de colonización en el sur del país; sobreexplotación para producir madera aserrada la que sin exigencia alguna eludió el criterios de rendimiento sostenido; exterminio de bosques para aportar terrenos a la producción triguera para ser exportado a California y Australia.
No tenemos mucho de que enorgullecernos cuando se trata de mostrar la relación histórica que como país tenemos con la naturaleza. Es probable que sea ese el motivo de que en todos los análisis que se hacen de la “actividad forestal” o del “sector forestal chileno”, los distintos autores pongan el acento solo en lo acontecido en nuestros últimos 40 años de historia. En este documento tenemos la oportunidad de conocer la verdadera Historia Forestal de Chile.
Santiago JM Del Pozo Donoso
Ingeniero Forestal
Santiago, mayo de 2013.
INDICE
PRESENTACION
INDICE
INTRODUCCIÓN
CAPITULO I: Historia de los Bosques Nativos de Chile
Origen de la vegetación boscosa del norte de Chile.
Conquista y dominio del Imperio Inca (siglos XIII al XV)
Conquista española y período Colonial
Bosques y matorrales del norte chico para hornos de fundición
Uso del fuego para debilitar al enemigo, despejar lugares peligrosos y tácticas de guerra.
Pérdida de bosques del siglo XIX
Leña para hornos en minería de plata y cobre
Zonas urbanas sin arborización
Exportación de trigo a California y Australia
Colonización del sur de Chile
Resumen siglo XIX
Pérdida de bosques siglo XX
Búsqueda de nuevas especies exóticas de rápido crecimiento.
Uso de especies forestales de rápido crecimiento
Lucha contra la erosión
Sustitución del bosque nativo
El Servicio de Reservas Forestales.
CAPITULO II: HISTORIA DE LA LEGISLACION SOBRE BOSQUES
CAPITULO III: EVOLUCIÓN DE LAS INSTITUCIONES FORESTALES.
1.- Planificación forestal:
2.- Incorporación de Comunidades al Desarrollo Forestal:
3.- Instituciones forestales públicas:
4.- Aprovechamiento del bosque nativo:
5.- Reservas de Bosques Fiscales:
6.- Áreas Silvestres Protegidas:
7.- Incendios Forestales:
8.- Arbolado urbano:
9.- Fomento de Plantaciones Forestales:
10.- Fiscalización Forestal:
11.- Mecanismos de fomento forestal:
CAPITULO IV: ORGANISMOS FORESTALES PÚBLICOS.
CAPITULO V: DESAFIOS DEL SECTOR FORESTAL CHILENO PARA EL SIGLO XXI
Lineamientos programáticos
1.- Organismos forestales públicos:
2.- Conservación de la Biodiversidad
3.- Incorporación del bosque nativo como un valor en la cultura nacional.
4.- Planificación forestal.
5.- Incorporación de Comunidades al Desarrollo Forestal:
6.- Aprovechamiento del bosque nativo:
7.- Reservas de Bosques Fiscales:
8.- Áreas Silvestres Protegidas:
9.- Incendios Forestales:
10.- Arbolado urbano:
11.- Fomento de Plantaciones Forestales:
12.- Fiscalización Forestal:
COMENTARIOS FINALES
Ha sido fructífera la revisión de documentos elaborados por los conquistadores españoles, por los cronistas que los acompañaron y también por historiadores, realizada con el fin de identificar referencias que permitieran conocer las características de los bosques que existían en nuestro territorio en la segunda mitad del siglo XVI. Ya en esa época se ha dejado constancia de la frondosa vegetación arbórea y arbustiva que existía en los valles y explanadas de lo que actualmente es un desierto.
La vegetación señalada es el remanente de los bosques y selvas que existieron en el norte de nuestro país hace millones de años, vegetación lujuriosa que se fue modificando junto con el fin de la última glaciación, de la cual eran un mudo testigo los bosques del Valle de Copayasu (Copiapó) y de las quebradas y valles de más al norte, los bosques de olivillo (Aextoxicon punctatum) del Parque Nacional Fray Jorge, las Palmas (Jubaea chilensis) de Tilama, Ocoa, Cocalan y del Valle de Santiago.
La legislación colonial que protegía la vegetación nativa no se aplicó, predominando en esa época y hasta avanzado el siglo XIX la legislación minera que permitía la corta de bosque, situación que por falta de fiscalización terminó en depredación y pérdida de valiosos ecosistemas forestales. El rechazo de esta situación y su denuncia pública efectuada por Claudio Gay Mouret junto con la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), en 1838, llevó a la creación de las primeras leyes forestales de la República de Chile. En esa misma época comenzaba el interés por la Arboricultura Urbana en Chile, que llevó a la creación de parques (Quinta Normal, O’Higgins, Santa Lucía), proceso que tuvo su máxima expresión con la celebración del primer centenario de la República de Chile, donde se crearon los Parques: Forestal y San Cristóbal.
En la segunda mitad del siglo XIX, la producción triguera, la minería, la falta de planificación para la colonización del sur de Chile y la explotación irracional de los ecosistemas forestales para extracción de madera y leña, generaron el mayor desastre ambiental que haya ocurrido en nuestro territorio, fenómeno histórico que nuestra sociedad aún no logra dimensionar.
Recién a inicios del siglo XX se crean las primeras instituciones forestales en el Ministerio de Industria, representadas en la Sección de Aguas y Bosques (1906) que fue reemplazada por la Inspección General de. Aguas, Bosques, Pesca y Caza (1911), ambas a cargo de Federico Albert, cuyo fructífero trabajo abarcó la creación de viveros fiscales, de Reservas de Bosques Fiscales, plantaciones forestales, control de dunas, fomento de árboles forestales y un proyecto de Ley Forestal que sería la base de la Ley de Bosques de 1931.
En la segunda mitad del siglo XX, podría denominarse de la planificación forestal, surgió el Plan Chillán de CORFO (1958), el Plan de Reforestación del SAG (1964 – 1970), la Corporación de Reforestación (COREF)(1969) y el traspaso de competencias en áreas protegidas e incendios forestales a la COREF que significó que surgiera la Corporación Nacional Forestal (CONAF). En 1974 se traspasó al sector privado toda la actividad forestadora que realizaba el estado a través de la COREF, transformando los presupuestos públicos en un subsidio, lo que quedó recogido en el D.L. 701.
El siglo XXI se inicia sin legislación que fomente el bosque nativo que detenga la degradación y sustitución de ese recurso, con un sector industrial relacionado al aprovechamiento de pino y eucalipto que se ha consolidado en los mercados globalizados, con competencias forestales públicas dispersas en distintos organismos del estado y una serie de otras debilidades. El año 2008 se aprueba una ley de fomento al bosque nativo, no obstante la degradación de ese ecosistema forestal continúa.
Se identifican numerosas iniciativas que permitirían vincular al sector forestal con el desarrollo del país, en base a una nueva mirada que entrega la historia forestal de Chile.
El texto completo se puede ver en el siguiente link: